buscando ilusiones

domingo, octubre 11, 2009

Berlin

Bueno, ya estoy en Berlín. Otro sueño cumplido.

La ciudad bohemia, de historia, barata, de promesas, de barreras culturales, que después de todo el ajetreo de saltos entre países y ver amigos y familiares, viajes, buena vida, de encuentros y desencuentros, holas y despedidas, llego la hora de la verdad. Poner los pies en Alemania. Y darse de bruces con la vida, en todos los aspectos. Yo de verdad, a veces me pienso que estoy gilipoyas. Me vengo a un país del que no conozco nada. Donde no conozco a nadie. Donde no hablo la lengua. Donde no puedo pedir comida. Donde no tengo trabajo. Donde no me lo van a dar sin saber el idioma. Donde quiero trabajar a distancia sin tener ni un cliente. Solo porque es la tercera vez que vengo, porque me lo pase muy bien. Y porque me encanto. A ver como salgo de esta… Que si, que estoy gilipoyas, que lo se. Y lo bien que me lo paso, que?

Llegue a Schonefield, procedente de Londres, después de no dormir debido a los horarios ryanair. Que jodidos que son los hijos de puta, que para ahorrarnos dos pelas, nos hacen viajar a las mil de la mañana, y el avión llenito oiga. Por cierto, que no me cobraron la maleta, cuando cuatro días antes, comprando el billete de la misma manera, en jerez de camino a Londres me cobraron el no haber dicho que llevaba maleta. Veinte euritos de nada. Sin haber dormido llegue a Berlín. Todo me sonaba, aunque no entendía nada de ningún letrero. Mi amigo me había dado las instrucciones para llegar a casa, y llegue yo solito, casi sin preguntar a nadie, bueno, le pregunte una cosa a un viejo, pero como me respondió en alemán, pues en las mismas me quede. Le dije Danke con cara de ignorancia, y a tomar por culo, a seguir andando a ver si veo algún pivon que me abra la brag… el camino… al final di con la parada, y yasta. Llegamos a casa, nuevos encuentros y después de ponernos al día hablando de todos nuestros cotilleos, fuimos a almorzar después de una buena sesión de búsqueda de curro. El menú 5 euros señores! Empezamos bien. Y es que no tengo un duro, después del pastón que me deje en Londres, no vayan a esa ciudad sin buen fondo de cartera. Volvimos a casa a seguir “currando”, dimos una vuelta bajo la lluvia, hice mi primera compra Berlinesa y en la cena fuimos con una amiga alemana de mi amigo a un sitio donde pagas un euro, te dan una copa vacia y te echas todas las veces que quieras el vino que quieras, increíble, pero no acaba ahí la cosa, hay comida, y lo mismo, la atacas las veces que quieras, claro, la sorpresa esta al final, hay un bote, y al salir, pagas lo que crees que deberías pagar dependiendo de lo que hayas consumido! Joder, que civilizada esta gente, esto iba a funcionar en España o Londres o Sudamérica por los cojones. Yo vi que todo Cristo dejaba 5 euros y eso hice. Porque con el pedo que llevaba, y la barriga a reventar, no podía ni andar!

Por cierto! Ya he aprendido algo de alemán con la amiga de mi amigo! Ya sé decir, teta, culo, poya, cola, huevos, bolsa testicular (¿), y coño!

Por cierto dos! Los transportes funcionan toda la noche! Yuhuuu!!!!! Me va molando esto un huevo!!!

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