Rosario, Argentina.
Rosario. Ciudad en el rio Paraná, que según los argentinos es donde se encuentran las mujeres más bonitas de la Argentina, que no es que no sea cierto, sino que su ciudad es bien bonita también. Allí, haciendo uso de Couchsurfing otra vez, me quede unos días en casa de una chica pudiente e inteligentísima que me hizo ver las diferencias de haber nacido donde se ha nacido. Me alojo junto a sus compañeras de piso, haciendo de perfecta anfitriona los días que andamos por allí yo y mi buen colega, el que también me acompañó en Uruguay y que es un gran camionero ilustrado. Allí salimos con ella y sus amigos, hicimos fiestas en casa con sus amigos, hice tortillas para todos y nos dio buenos consejos sobre la ciudad que pateamos convenientemente. Realmente a destacar, el monumento a la bandera (hay que subir arriba), los paseos por el rio Paraná son muy bonitos, y poco mas que se considere así muy turístico, tiene mucha historia argentina para visitar, y varios lugares para salir de marcha de varios ambientes bien diferenciados, mas hippies, mas pijos… etc…
Después de despedirme de mi querido amigo y de las simpáticas compañeras de fatigas de esos días, llego el momento de irme a mi siguiente destino, Córdoba, lugar donde me encontraría con mi amigo argento que conocí el día que salte en paracaídas, amigo medio hippie, medio filosofo, viajero en su totalidad, que después de viajar por el sur, de cambiarme los planes, de que si la “amiga” italiana si, la italiana no, se había asentado en un pobladito hippie de la sierra de la provincia de Córdoba. Me quede a dormir en casa de un chico de cochsurfing también todo bondad al que conocí en Buenos Aires, donde me dijo que no había problema en quedarme en su casa. Este vivía con varias personas, entre ellas una chica joven estudiante y un mejicano loco pintor, que me hizo reír de lo lindo, wey. Uno de los chicos de la casa se iba de viaje por Europa y coincidí en su fiesta de despedida en la que había más gente de la que me pude imaginar y en la que hasta tocaba una banda de música rock. Increíble fiesta. Allí conocí a una chica, con la que compartí después varios días antes de mi partida con su hermana y un chico Australiano que también estaba visitando Córdoba. Además de mi buen amigo argento con el que viajaría un poquito después por la provincia de Córdoba.
Después de despedirme de mi querido amigo y de las simpáticas compañeras de fatigas de esos días, llego el momento de irme a mi siguiente destino, Córdoba, lugar donde me encontraría con mi amigo argento que conocí el día que salte en paracaídas, amigo medio hippie, medio filosofo, viajero en su totalidad, que después de viajar por el sur, de cambiarme los planes, de que si la “amiga” italiana si, la italiana no, se había asentado en un pobladito hippie de la sierra de la provincia de Córdoba. Me quede a dormir en casa de un chico de cochsurfing también todo bondad al que conocí en Buenos Aires, donde me dijo que no había problema en quedarme en su casa. Este vivía con varias personas, entre ellas una chica joven estudiante y un mejicano loco pintor, que me hizo reír de lo lindo, wey. Uno de los chicos de la casa se iba de viaje por Europa y coincidí en su fiesta de despedida en la que había más gente de la que me pude imaginar y en la que hasta tocaba una banda de música rock. Increíble fiesta. Allí conocí a una chica, con la que compartí después varios días antes de mi partida con su hermana y un chico Australiano que también estaba visitando Córdoba. Además de mi buen amigo argento con el que viajaría un poquito después por la provincia de Córdoba.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio