Argentina 3. - Ushuaia 2.
En Ushuaia hay cuatro cosas que creo que son las más interesantes que se pueden hacer. El parque nacional, mas montañas, valles, ríos, animales, senderismo, ya sabéis, lo de siempre. El museo, que fue una cárcel de alta seguridad, con todo lo que ello implica. Visita en barco al Canal de Beagle (el más ancho e interesante, con más cosas que visitar, como el faro del fin del mundo, islas por las que hacer senderismo y fauna como aves y pingüinos), Leones marinos, el famoso faro del fin del mundo y visitas a las islas que están en los canales de la tierra de fuego. Y bueno, aparte de todo eso, ir a la Antártida, que solo por preguntar, pregunte precios, porque si no estuve preparado para hacer senderismo ya me contáis si iba preparado para ir a la Antártida. Y bueno, la verdad es que la idea mola. Pero es caro de cojones. Si Ushuaia es caro, imaginad la Antártida, en la que no hay nada allí, nada que ver turísticamente hablando, nada similar a la vida que solemos llevar, pero con precios desorbitados, así que por si lo queréis saber, anda la cosa como unos 10.000 dólares la semana de media…
Yo hice todo eso menos lo de la antártica, por supuesto, al parque nacional fui solo, y no conocí a nadie, claro que fui en mini bus otra vez por lo del pie, porque ya iba cansado y esa vez sí que fue el inserso y todos viejos al completo, todavía tenía el pie malo y jodido. Al día siguiente me encontré casualmente con una amiga suiza que conocí en Londres que también pasaba por allí y al ver el status de mi facebook diciendo que estaba allí, contactó conmigo y quedamos luego haciendo la excursión del Canal del Beagle juntos, viendo sus leones marinos y su farito guapo del fin del mundo. Conocí en el barquito un tío de Granada. Si, otro español más. Muy majete y muy simpático con el que me tome mil cervezas después y cene un par de noches, pero ya le he perdido el rastro. Ande andará?
Volviendo a mis magulladuras; como tenia la ampolla todavía en el pie e iba con chanclas, (si, con el frío que hacía, si), por ir andando por la calle haciendo fotos o no mirando donde debía, le metí una patada al bordillo de muy señor mío, con toda la uña del dedo gordo del mismo pie izquierdo otra vez al subir a la acera, me cage en el demonio, la virgen, los apóstoles y todos los putos angelitos que pasaban, pasaron y pasaran por allí… Como estaba cerca del hostal, me lave el pie y limpie la sangre. Fui al barquito donde había quedado con estos, y ellos, los otros turistas, la guía, el conductor flipaban con mis pintas de siempre, chaqueta de cuero, sudadera, vaqueros remangados con chanclas, la súper ampolla y los dedos del pie izquierdo rojos… Después del que te ha pasado, me preguntaban, y no tienes frío? :)
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