Gales (5). Huida. Chester. London.

Resacosos y cansados nos levantamos el ultimo día pensando ya mas en la vuelta. Lo que no nos acordábamos es que teníamos desayuno pagado. Y encima desayuno ingles. Genial. Es lo mejor que tiene la comida inglesa. Jalada, charlita, intercambio de impresiones de la noche anterior, interrogatorio al melenas y a los coches. Llovía. A muerte. Parecía el epilogo del viaje. Pero no. Después de comprar un limpiaparabrisas que se le había roto al coche del francés nos fuimos camino de Chester. Así veríamos una ciudad más y encararíamos la autopista.

En Chester buscamos un sitio para comer. Pub ingles, asadito. Con unas camareras muy majas y guapas. Luego vuelta por la ciudad. Es, hasta ahora, y después de Bath, el pueblo ingles que mas me ha gustado, no por ser mejor o peor. Sino por que es típico pueblo ingles que te esperas, no es como la megalópolis de Londres, o la fea Manchester. Es una ciudad pequeñita, muy tradicional. Conservadora diría yo. Con su catedral. Sus casas bajas de madera. Sus calles principales de piedra. Reúne todos los estilos de casas victorianas, y casas de madera que puedes encontrar por toda Inglaterra. Había una atmósfera muy buena, muy animada.

Después de unos cafés, unas fotos, y pasear por la ciudad. Al coche. Nos despedimos del francés que se iba a Manchester y emprendimos el camino a London city. Ya no nos dio tiempo pasar por Birmingham. Otro día.

Llegamos a Heattrow tras parada para merendar en McDonalds. Devolvimos el coche. Incluso con el retrovisor roto. No dijeron nada o no se dieron cuenta. a casa. A dormir. A dormir mil horas.

Me encantan los viajes. Me encantan los viajes sin preparar. Me encantan los viajes sin preparar y que salen bien.

Después de haberlos ido a la aventura, con mas dudas que certezas. Discutiendo por lo tarde, por le dinero, y por no saber donde ir ni que hacer. Y con gente que realmente no conoces de nada. Salio bien. Me lo pase genial. Y descubrimos parte del reino unido profundo.

Hay que repetirlo más.