Berlin
Bueno, ya estoy en Berlín. Otro sueño cumplido.
La ciudad bohemia, de historia, barata, de promesas, de barreras culturales, que después de todo el ajetreo de saltos entre países y ver amigos y familiares, viajes, buena vida, de encuentros y desencuentros, holas y despedidas, llego la hora de la verdad. Poner los pies en Alemania. Y darse de bruces con la vida, en todos los aspectos. Yo de verdad, a veces me pienso que estoy gilipoyas. Me vengo a un país del que no conozco nada. Donde no conozco a nadie. Donde no hablo la lengua. Donde no puedo pedir comida. Donde no tengo trabajo. Donde no me lo van a dar sin saber el idioma. Donde quiero trabajar a distancia sin tener ni un cliente. Solo porque es la tercera vez que vengo, porque me lo pase muy bien. Y porque me encanto. A ver como salgo de esta… Que si, que estoy gilipoyas, que lo se. Y lo bien que me lo paso, que?
Llegue a Schonefield, procedente de Londres, después de no dormir debido a los horarios ryanair. Que jodidos que son los hijos de puta, que para ahorrarnos dos pelas, nos hacen viajar a las mil de la mañana, y el avión llenito oiga. Por cierto, que no me cobraron la maleta, cuando cuatro días antes, comprando el billete de la misma manera, en jerez de camino a Londres me cobraron el no haber dicho que llevaba maleta. Veinte euritos de nada. Sin haber dormido llegue a Berlín. Todo me sonaba, aunque no entendía nada de ningún letrero. Mi amigo me había dado las instrucciones para llegar a casa, y llegue yo solito, casi sin preguntar a nadie, bueno, le pregunte una cosa a un viejo, pero como me respondió en alemán, pues en las mismas me quede. Le dije Danke con cara de ignorancia, y a tomar por culo, a seguir andando a ver si veo algún pivon que me abra la brag… el camino… al final di con la parada, y yasta. Llegamos a casa, nuevos encuentros y después de ponernos al día hablando de todos nuestros cotilleos, fuimos a almorzar después de una buena sesión de búsqueda de curro. El menú 5 euros señores! Empezamos bien. Y es que no tengo un duro, después del pastón que me deje en Londres, no vayan a esa ciudad sin buen fondo de cartera. Volvimos a casa a seguir “currando”, dimos una vuelta bajo la lluvia, hice mi primera compra Berlinesa y en la cena fuimos con una amiga alemana de mi amigo a un sitio donde pagas un euro, te dan una copa vacia y te echas todas las veces que quieras el vino que quieras, increíble, pero no acaba ahí la cosa, hay comida, y lo mismo, la atacas las veces que quieras, claro, la sorpresa esta al final, hay un bote, y al salir, pagas lo que crees que deberías pagar dependiendo de lo que hayas consumido! Joder, que civilizada esta gente, esto iba a funcionar en España o Londres o Sudamérica por los cojones. Yo vi que todo Cristo dejaba 5 euros y eso hice. Porque con el pedo que llevaba, y la barriga a reventar, no podía ni andar!
Por cierto! Ya he aprendido algo de alemán con la amiga de mi amigo! Ya sé decir, teta, culo, poya, cola, huevos, bolsa testicular (¿), y coño!
Por cierto dos! Los transportes funcionan toda la noche! Yuhuuu!!!!! Me va molando esto un huevo!!!