buscando ilusiones

martes, octubre 28, 2008

Cordoba, Argentina.

Córdoba es probablemente la segunda ciudad de Argentina en tamaño e importancia. Ciudad universitaria que como su propio nombre indica, siendo universitaria implica mucha gente joven y mucha fiesta. Los cordobeses tienen un acento característico cordobés que los hace inconfundibles y muy diferentes del típico acento Argentino que conocemos, ya que el mayormente y mundialmente conocido es el porteño o de Buenos Aires. Estos tienen un canto más marcado, principalmente en la primera silaba de cada palabra que los hace muy divertidos de escuchar. Asentamientos jesuíticos de después de la conquista, la vida y obras del Che Guevara y las sierras y pueblos coloniales de alrededor de la provincia de Córdoba son los puntos más importantes a destacar en la visita a esta región.
De toda la oferta de pueblitos a visitar yo me quede con la opción de visitar un pueblito de origen alemán muy bonito llamado Villa General Belgrano, y luego subir a uno muy alto llamado La Cumbrecita, de origen alemán también, que estaba en lo alto de la montaña, con casitas muy bonitas y estilos que te entran ganas de vivir allí por un tiempo y desintoxicarte de la ciudad de una vez por todas. Me gusto muchísimo.
Después de eso, y de ver la ciudad de Córdoba bien, organicé una excursión con mi amigo argentino al pueblo hippie en el que el estaba viviendo esos días. Dos autobuses, llegada de noche a una carretera, y el autobús de línea del medio de la nada nos llevo allí. Solo hay agua corriente, ni electricidad, ni agua caliente. Nada. No apto para pijos. En concreto el sitio donde el estaba, y donde me quede un par de días fue una espacie de comuna donde todo el mundo aportaba algo, y con los agricultores locales, todos los días se conseguían frutas, verduras y vegetales frescos del día a un precio de risa y en cantidades industriales. Tenían una especie de cuarto muy grande a modo de dojo, donde practicaban todo tipo de artes, yoga, música, relajación, bailes, masajes, no se, de todo.
Fuimos a dar un paseo por el pueblo, vamos, por los carriles que separaban los chalets, y era increíble ver lo amigable que era todo el mundo, todo el mundo nos saludaba, nos invitaban a su casa a tomar mate, a charlar, a comer, lo que hacia falta, un paseo de una hora se convirtió en un día entero. La sensación de encontrar buena onda y buenas personas nos inundo todo el día, bueno a mi, por que el ya estaba acostumbrado. En concreto me cayeron muy bien una pareja de italianos que con el dinero del paro que ganaban de Italia, allí vivían de puta madre compartiendo y cuidando en la naturaleza a su hija de un año, o un tipo de Buenos Aires que vivía en un autobús, si, un autobús antiguo de principio de siglo que la carrocería de hierro bien fuerte le servia de hogar. Lo había reformado y lo había dejado increíble por que todavía conservaba los cristales que eran de esos bien gordos. La mayoría de la gente que vivía por ahí era gente que estaba quemada de vivir en ciudades grandes. La mayoría de Buenos Aires, o que tenia negocios relacionados con la naturaleza, el anti-stress, o cosas del tipo se-hippie-por-un-día. Me reafirmo mi teoría de que el sistema no es para todos y que siempre hay muchas mas opciones que las que vemos en nuestra vida cada día.

Rosario, Argentina.

Rosario. Ciudad en el rio Paraná, que según los argentinos es donde se encuentran las mujeres más bonitas de la Argentina, que no es que no sea cierto, sino que su ciudad es bien bonita también. Allí, haciendo uso de Couchsurfing otra vez, me quede unos días en casa de una chica pudiente e inteligentísima que me hizo ver las diferencias de haber nacido donde se ha nacido. Me alojo junto a sus compañeras de piso, haciendo de perfecta anfitriona los días que andamos por allí yo y mi buen colega, el que también me acompañó en Uruguay y que es un gran camionero ilustrado. Allí salimos con ella y sus amigos, hicimos fiestas en casa con sus amigos, hice tortillas para todos y nos dio buenos consejos sobre la ciudad que pateamos convenientemente. Realmente a destacar, el monumento a la bandera (hay que subir arriba), los paseos por el rio Paraná son muy bonitos, y poco mas que se considere así muy turístico, tiene mucha historia argentina para visitar, y varios lugares para salir de marcha de varios ambientes bien diferenciados, mas hippies, mas pijos… etc…
Después de despedirme de mi querido amigo y de las simpáticas compañeras de fatigas de esos días, llego el momento de irme a mi siguiente destino, Córdoba, lugar donde me encontraría con mi amigo argento que conocí el día que salte en paracaídas, amigo medio hippie, medio filosofo, viajero en su totalidad, que después de viajar por el sur, de cambiarme los planes, de que si la “amiga” italiana si, la italiana no, se había asentado en un pobladito hippie de la sierra de la provincia de Córdoba. Me quede a dormir en casa de un chico de cochsurfing también todo bondad al que conocí en Buenos Aires, donde me dijo que no había problema en quedarme en su casa. Este vivía con varias personas, entre ellas una chica joven estudiante y un mejicano loco pintor, que me hizo reír de lo lindo, wey. Uno de los chicos de la casa se iba de viaje por Europa y coincidí en su fiesta de despedida en la que había más gente de la que me pude imaginar y en la que hasta tocaba una banda de música rock. Increíble fiesta. Allí conocí a una chica, con la que compartí después varios días antes de mi partida con su hermana y un chico Australiano que también estaba visitando Córdoba. Además de mi buen amigo argento con el que viajaría un poquito después por la provincia de Córdoba.

BA7. Hasta la proxima, Buenos Aires.

Pues nada, todo tiene un principio, y todo tiene un final. La llegada del frio, la entrada de la rutina que tanto odio, la falta de nuevas motivaciones tras varios meses en Buenos Aires, el proyecto para el americano que está llegando a sus últimas fases, la cancelación del otro proyecto que me salió dejándome sin dinero futuro, un dinero que se va rápido, porque Buenos Aires no es tan barato como parece, y un largo etcétera hacen que la decisión de dejar Buenos Aires llegue a su momento. La vuelta de Uruguay, lo hace más fácil, porque el gusanillo viajero vuelve. A todo esto se suma el hecho de que mi amigo español que se me unió en Uruguay, está en Rosario, ciudad al norte de Buenos Aires, con motivo de la celebración del ochenta aniversario del Che Guevara, con lo que mi camino al norte queda dibujado. Empezare a subir visitándole y luego no se si acabare en Bolivia y Perú… Una amiga va a estar en Perú en agosto. La cosa apunta allí como objetivo. Luego, Europa? Veremos…
Me quede a dormir en Buenos Aires unos días de transición en casa de un amigo después de la aventura Uruguaya y después de las despedidas, parto a Rosario.

BA6. Proscrito en Buenos Aires.

Y si…. Buenos Aires es capaz de lo mejor y de lo peor, es peor que una novia inmadura…. Un día te lo da todo, y otro te lo quita… Volvía yo de Uruguay cuando nos montamos en un taxi mi amigo y yo en el puerto, después de mucho lidiar en el precio con taxis ilegales, decidimos montarnos en uno “legal”, llegamos al destino, nos bajamos, le pago con un billete de 100 pesos… un billete vetado, un billete grande, un billete que solo da problemas porque no hay cambio en este país, y pagar con un billete grande es imposible… el taxista me protesta que si no lo tengo mas pequeño, entra en el coche por cambio refunfunando… mi amigo juega a buscar cambio en su cartera… el taxista sale, ve a mi amigo mirando su billetera, el taxista aguanta el cambio en su mano, mi amigo se hace el loco, el taxista pregunta si mi amigo tiene algo más pequeño ya que yo no, y asi no se queda sin cambio, mi amigo le dice que ha encontrado el precio exacto de la carrera en su cartera, el taxista cobra, me devuelve “mi billete“ de 100…. Nos vamos, yo a mi casa, es decir, a casa de mi otro a amigo en donde me quede unos días, y decidimos comprar algo para cenar, gentilmente me decido ir a comprar algo para cenar a un sitio donde venden comida para llevar, voy a pagar con el billete de 100, y! sorpresa! Es falso! El hijo puta se quedo el mío y me devolvió uno falso! Segundo billete falso que me endosan… el primero fue uno de 10 nada difícil de endosar, pero uno de 100, me la han dado bien, a ver cómo me deshago de él... puto taxista…. Pago la cena con otro billete de 100 que tenia, pido la comida para llevar… espero en casa paciente que la traigan mientras vemos perder a Gasol en la final de la NBA. Lentejas, y suprema de pollo, nombres celestiales de comida para los que estamos lejos de España, llega la comida y…. si, la suprema bien, pero las lentejas que es lo que quería mas, están llenas de huesos! Joder! Tiene más huesos que lentejas! Desde luego...
Salgo, me voy a la calle, llamo a una amiga a ver donde esta… esta en un bar cerca de mi casa… es un bar tradicional donde gente sube al escenario a tocar en modo amateur canciones nacionales, la cerveza sube las paredes, todo se comparte, todos cantamos, tocan sabina, tocan héroes, tocan Calamaro, me rompo la garganta, me quedo sin plata, jugamos al billar, desconocidos me abrazan, chicas me saludan, hablamos conversaciones interesantes con mis amigas… BUENOS AIRES, todo lo bueno y todo lo peor….. todo junto…. Timado, amado, divertido… qué más puedo pedir, no me puedo quejar…..

Uruguay 3

Los primeros días que llegue solo , me quede a dormir en casa de una chica brasileña que vivía con su hijo en la capital uruguaya, y es que hay que ahorrar dinero y disfrutar las posibilidad que internet y en este caso posibilidades como la web del couchsurfing nos ofrece. Con ella fuimos a un concierto, en el que su hijo se quedo dormido en el suelo, junto a una amiga suya armenia. El finde de semana estuvo lloviendo a cantaros, así que como tenía trabajo, aproveché para quedarme trabajando. Quede otro día con una chica que me presento un conocido francés y que resulto ser todo un descubrimiento, filosofamos mucho bebiendo cerveza y comiendo la mejor pizza de Montevideo, ( la semana que estuve ahi, fui con tres personas distintas a tres sitios con las “mejores” pizzas de Montevideo), resulto ser una mujer adelantada a su tiempo y una persona que compartía muchos ideales de vida conmigo. En otra ocasion quede con una amiga armenia de la brasileña, que me dio una perspectiva del mundo árabe y de la moda que desconocía. Pero mis favoritos llegaron con una pareja que conocí que me llenaron el corazón. El amor cabe en el mundo señores! Me entraron hasta ganas de tener novia. Y un par de personas más con las que me lo pase muy bien los últimos días.
Unos dias más tarde me reencontraría allí con mi amigo español que vivia en Buenos Aires, con el que hice varias visitas turísticas por toda la ciudad por los tres días que nos quedaban aprovechando que ya no llovia. Pero no pudimos ver todo, ojo, esa ciudad es enorme…. Y bueno… Luego vuelta a “casa” en el ferry, vuelta a Buenos Aires.